martes, 1 de septiembre de 2009

La Constitución de 1080, la matrix de las constituciones neoliberales

La Constitución de 1980
La matrix de las Constituciones Neoliberales

La iniciativa de una nueva constitución se ha ido convirtiendo en una solicitud generalizada para casi todos los sectores políticos, incluidos personajes neoliberales como el candidato Frei. Por esto nos preguntamos: ¿porqué representantes del neoliberalismo estarían dispuestos a aceptar modificar la Constitución neoliberal? Pensamos que la respuesta está en que el neoliberalismo “puro” está fracasando en Chile y en todo el mundo.
Todos sabemos del origen ilegítimo de la Constitución del 80, nacida de una consulta fraudulenta, realizada en Dictadura. Pero además, la Constitución del 80 emerge para consagrar un nuevo período del siglo XX, un período en el cual el debilitamiento de los sistemas socialistas les hacía presentir a los capitalistas, que podrían quedarse solos dominando el mundo.
En cuanto desapareciera el socialismo, el mundo podría volver, por fin, al capitalismo puro, al LIBERALISMO en una versión moderna: el NEOLIBERALISMO ¡De vuelta al mercado, a la libre competencia! ¡De vuelta al lucro en todo! ¡Fuera las conquistas laborales y sociales! El Estado ya no necesitará educar, dar previsión, transportar, entregar agua, luz, construir viviendas y carreteras, no creará empresas, al contrario, podrá entregar a privados las que antes administraba.
Este es el espíritu que se hace carne en la Constitución del 80: la subordinación, hasta las últimas consecuencias de la sociedad, al servicio del capital... Chile se convirtió, gracias a ella, en la vanguardia de los poderes mundiales para experimentar el capitalismo que desarrollarían una vez que el socialismo se desmoronara.
Para completar la obra iniciada por la Constitución del 80, los poderes mundiales necesitaban la salida democrática para el país. Y ésta nos fue concedida en 1989, coincidiendo con el desplome de los sistemas socialistas... En Chile se instaura entonces, al resguardo de la Constitución del 80, la democracia capitalista más neoliberal del mundo.
A contar de entonces, el modelo consagrado en la Constitución del 80 empieza a ser implementado aceleradamente en el mundo, y la “matrix” chilena, a ser usada como modelo en todo el planeta. Incluso Yeltsin, el primer gobernante ruso después de la caída de la Unión Soviética, declara su admiración y simpatía por el modelo chileno y lo ve como el camino ideal a seguir por las ex republicas socialistas. Gracias a estas nuevas constituciones países enteros son violentamente cambiados de rumbo. En Latino América, por ejemplo, el pueblo de la floreciente Argentina, la nación con los mejores estándares de protección social del continente, es repentinamente pauperizado por un par de gobiernos que empiezan a aplicar los ajustes neoliberales. A todo el continente se le exige reducir aún más su mínima protección social, así como entregar sin trabas al mercado internacional sus economías y sus riquezas nacionales... Incluso China y Cuba se convencen y empiezan a introducir el mercado... Por aquella época empieza a circular este chiste por el mundo: ¿qué sería el socialismo? Pues, el camino más largo para ir del capitalismo al capitalismo.
Y bueno: el mundo había cambiado, se había acabado la utopía. El ser humano tenía que reconocer su naturaleza egoísta y vivir en un sistema que calzara con ella: el capitalismo neoliberal, el modelo realista destinado a perdurar por siempre jamás.
Claro, la desigualdad, la pobreza, el hambre, la cesantía, la desprotección, la marginalidad, la drogadicción, la delincuencia, se dispararon como nunca en la historia. Pero en fin: ¿qué queríamos?, alguien tenía que pagar los costos del egoísmo. Pero, el egoísmo también empezó a pasarle la cuenta al sistema mismo: la concentración de la riqueza se disparó incontenible, el capital empezó a comerse al capital, las empresas a devorarse o a coludirse, el capital financiero a desequilibrar al capital real, la oferta y la demanda a desajustarse creando crisis tras crisis, el libre mercado a ser cada vez menos libre y la Naturaleza a dar señales de agotamiento extremo frente a la explotación desenfrenada a que era sometida... Pero por sobre todo, los pueblos empezaron a demostrar que no estaban dispuestos a tolerar toda la miseria, explotación, desprotección, abusos, denigración y pérdida de sentido de vida que les echaba encima el capitalismo salvaje que les arrebataba de una plumada, las conquistas alcanzadas.
Así, el sistema que debía durar por siempre, empieza a dar señales graves de falencia en menos de 20 años y el Estado debe correr a socorrer una y otra vez a los bancos o consorcios a punto de quebrar, debe intervenir y arbitrar para que los diversos enclaves capitalistas no se coman unos a otros, y debe regular para que las crisis no desquicien demasiado la sociedad y se vaya todo al diablo. Los pueblos a su vez encuentran los mecanismos para rebelarse, para rechazar el modelo, para cambiar las constituciones que lo sustentan y crear modelos de resistencia como en los casos emblemáticos de Venezuela, Bolivia y Ecuador. Y así va quedando claro una vez más, a la luz de los extremos del NEOLIBERALISMO, la miseria básica del capitalismo en sí mismo. Y las mayorías empiezan a comprender que si hubo una expresión del capitalismo que buscó hacerlo más humano y tolerable, fue porque existía la posibilidad socialista... y esta comprensión empieza a abrir de nuevo las puertas a la reconstrucción de la salida socialista.
Así, está resultando que el NEOLIBERALISMO se va evidenciando como un peligro para la subsistencia del propio capitalismo... Podríamos incluso aventurar este chiste: ¿qué es el NEOLIBERALISMO? Pues, el camino más corto para ir desde el socialismo desmoronado, a un nuevo socialismo... La historia lo dirá.
Reiteramos nuestra apreciación: el Capitalismo NEOLIBERAL está fracasando, tal como fracasó hace 80 años, a contar de la Revolución Soviética. El capitalismo que tuvo un largo aliento fue aquel que copió elementos del socialismo: Actualmente, los pueblos de todo nuestro continente están exigiendo constituciones no NEOLIBERALES y los sectores más lúcidos de la burguesía ya saben que el capitalismo sin trabas lo devora todo; a los pueblos, a la naturaleza, a sí mismo. Por eso en muchas partes ya han empezado los ajustes constitucionales, es decir, a sumarse al cambio para que cambie lo justo para seguir manteniéndose a flote. Nuestro cuidado principal, por lo tanto es no dejar caer esta tarea en manos de Freis, o Piñeras, que sólo volverán a intentar la jugarreta que una vez hizo Lagos. Sólo los pueblos que se han movilizado masiva y persistentemente han conseguido cambios profundos. Ese es el espíritu y el objetivo de nuestro COMITÉ POR UNA ASAMBLEA CONSTITUYENTE, NUEVA CONSTITUCIÓN: empezar a crear conciencia y movilización para cambiar la Constitución desde abajo, con nuestras exigencias y reivindicaciones, mediante una Asamblea Constituyente elegida por el pueblo. Sabemos que no es fácil, pero ese es el desafío, la tarea que nos encarga este tiempo: remover nada menos que a la Matrix de todas las constituciones Neoliberales del mundo.
COMITÉ POR UNA ASAMBLEA CONSTITUYENTE
NUEVA CONSTITUCIÓN